04 octubre 2012

Amor consumido.

Desperté a la terrible realidad de mi soledad. El roce del viento con mi piel se asemejaba al impacto de mil cuchilladas contra ella, haciéndola estremecer. Contemplé los restos del café del día anterior, demacrado en la taza del escritorio. Tenían un color pálido y desgastado, como las hojas secas de otoño. La vela que alumbraba la habitación estaba consumida, como nuestro amor, sin una razón por la que seguir ardiendo. Sonaba el suave tic-tac del reloj, recordándome que ahí fuera el tiempo seguía su curso, impasible, indiferente. Yo, condenada por el tiempo y encerrada en la cárcel de mis pensamientos, había olvidado que el mundo continuaba girando.
El reloj marcaba las tres cuando decidí salir al porche, humedecido. La lluvia golpeaba el parqué a unos centímetros de mis pies descalzos. Sentí como el frío se apoderaba de mi cuerpo y, después de mucho tiempo, recordé que estaba viva. Levanté la cabeza hacia el cielo encapotado y contemplé las miles de gotas que caían de él. Un paso, dos, tres. Me quedé justo allí, en el fango, como si nada tuviera sentido ni yo quisiera dárselo.  
Estaba sola en el mundo; sin él, sin mí, sin nadie. Ya no había amor, ni dolor, ni un estado medio; ya no quedaba nada. Suspiré. 
Esperé. Buscaba una respuesta al porqué estaba sentada en el barro bajo la lluvia, al porqué había estado viviendo en un constante dolor desde que se marchó. Buscaba el porqué no sentía esperanza, el porqué aún no había despertado a la vida. 

(Le dije a mi amor que acabara con todo, que cortara todas las cuerdas y me dejara caer... Justo en el momento de este decreto de altura).

3 comentarios:

  1. la lluvia le limpio sus mas agonizantes sentimientos, pero la vida sigue aun cuando estamos tristes . . . Excelente entrada

    Merci beaocoup !!!

    ResponderEliminar
  2. Te echaba de menos, querida Mer (y me alegro mucho de haberte visto hoy por el pueblo, aunque casi me paso sin decir nada por ir en las nubes)
    Creo que no podías haber regresado de mejor forma. Puedo decir que es una de las entradas mas hermosas que he leído, de corazón. Me ha puesto la piel de gallina y el corazón se ha escondido aún más entre las costillas.
    Enhorabuena, no puedo decir más. De nuevo me dejas sin palabras y con ganas de otra dosis de ti.

    (una caja de miaus de chocolate)

    ResponderEliminar

(leave a light, a light on)