15 febrero 2012

Almas inmortales unidas por una misma pasión.

Querido diario,

desearía ser perfecta. Estoy envejeciendo y mi reloj lleva parado varios años, que para mí han sido eternidades. Mi vida ha sido un viaje constante en una montaña rusa llena de dificultades. Siempre he sabido cómo decidir lo que me convenía, pero aún así no he sido feliz. Tenía un rayo de luz cada día, una perfecta mañana para disfrutar paseando o sintiendo la naturaleza, pero yo siempre prefería quedarme en casa escondida entre mis libros, leyendo historias que desearía vivir. La mayoría de las veces deseaba ser cualquier otra persona. La suerte no era una de mis mejores amigas, pues nunca se pasaba por mi puerta.
Pero lo tenía a él. Siempre estaba a mi lado para sacarme cualquier sonrisa estúpida cuando el sol no asomaba por mi ventana, cuando el aire era tan fresco que me hacía derramar miles de lágrimas. Podía hacerme volar, literalmente, cuando saltábamos juntos desde las rocas para después caer en el amplio mar. No había nada que no pudiésemos hacer, éramos imparables y el mundo lo sabía. Era todo lo que podía haber deseado; me sacó de mi infinita oscuridad cuando el agujero negro había poseído mi cuerpo por completo. 
Lo único que provocaba la imperfección de esta historia era mi miedo al transcurso del tiempo. No quería que terminase el presente, pues nunca me había interesado el futuro. Nunca pensé que llegáramos tan lejos, y hoy ya tengo arrugas, y sigo teniendo su anillo en mi mano. Pero él ya no está. Quedé perdida en la infinidad del tiempo cuando el destino decidió que lo separaría de mí. Y recuerdo el pasado a cada segundo que pasa. Yo quería una eternidad con él y prometimos cumplirlo. Aún recuerdo aquella frase que dejó a mi corazón palpitando desesperadamente: "Nada es para siempre, pero nosotros podemos cambiar esa historia". Y algún día se cumplirá, sí, dentro de poco iré con él. Entonces, aquel mito que un día inventamos se hará por fin realidad y estaremos juntos para siempre, sin ninguna oposición. Seremos dos almas inmortales unidas por una misma pasión, y eso ni el destino podrá cambiarlo.

3 comentarios:

  1. Te sigo, bonita. Me gusta tu blog y lo que escribes ^^

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  2. Ay, ay, ¡es precioso! Y que una mujer tantan mayor (solo por fuera) siga escribiendo un diario es mágico :)

    (Me gusta, y espero que consiga estar con él pronto)

    ResponderEliminar
  3. Jo-der. Y perdón por la palabra. ¡Es preciosísimo! Es perfecto eso de que haya alguien ahí contigo siempre, has conseguido llegarme, Mer :) El final es muy triste, pero confío en que al final sean lo que la narradora dice, almas inmortales unidas por una misma pasión :)
    ¡Besos!

    ResponderEliminar

(leave a light, a light on)